¿Cómo limpiar los infusores y filtros de té?

¡Hola, amantes del té! Soy Félix, de Café Té Arte. Hoy vamos a abordar una consulta muy habitual que recibimos: cómo mantener nuestros infusores y filtros de té limpios y en perfecto estado.

Es una situación común: ese fiel compañero de infusiones que un día era de un brillante color plateado, con el tiempo adquiere una pátina de color marrón que puede ser difícil de eliminar. Afortunadamente, la solución es sencilla y no requiere de productos agresivos. 

Primero, un poco de ciencia: ¿Por qué se mancha el infusor?

Para solucionar el problema, es útil entender su origen. Esas manchas oscuras y persistentes no son suciedad común, sino el resultado de la acumulación de taninos.

Los taninos son un tipo de polifenol presente de forma natural en las hojas de té. Estos compuestos son los que aportan parte del color y la astringencia a la bebida, y tienen una gran afinidad por adherirse a las superficies, especialmente a las que tienen microporosidades como el acero inoxidable de nuestros filtros. El té negro, al estar completamente oxidado, es el que suele teñir con mayor intensidad.

Por lo tanto, tu infusor no está "sucio", sino teñido por los compuestos naturales del té.

Lo que NO debes hacer para cuidar tus infusores

A lo largo de los años, he visto muchos métodos que, lejos de ayudar, pueden dañar tus utensilios. Por favor, evita:

• Usar jabones o detergentes con perfume: El metal y, sobre todo, la silicona, pueden absorber estos olores y alterar el sabor de tus futuras infusiones.
• Estropajos metálicos o abrasivos: Estos utensilios rayan la superficie del metal, creando más microporosidades donde las manchas se adherirán con mayor facilidad en el futuro, dificultando su limpieza posterior.
• Lejía u otros productos químicos agresivos: Son innecesarios, pueden dejar residuos tóxicos y dañar permanentemente el material de tu infusor.

La Solución Definitiva: Un Método Sencillo y Eficaz

No necesitas productos de limpieza especializados. Lo más probable es que ya tengas la solución en tu cocina.

Necesitarás:

• Bicarbonato de sodio.
• Agua muy caliente (recién hervida).
• Un recipiente resistente al calor donde quepa el infusor.
• Un cepillo de cerdas suaves (un cepillo de dientes destinado solo para este uso es ideal).

Los Pasos:

1. Enjuague inicial: Aclara el infusor con agua tibia inmediatamente después de su uso para eliminar los restos de hojas de té.
2. Preparar la solución: Coloca el infusor en el recipiente y cúbrelo generosamente con bicarbonato de sodio.
3. El baño de agua caliente: Vierte el agua recién hervida sobre el infusor hasta cubrirlo por completo. Observarás una reacción efervescente, señal de que el bicarbonato está actuando sobre los taninos.
4. Tiempo de reposo: Deja que la solución actúe. Para manchas leves, 30 minutos pueden ser suficientes. Para manchas más persistentes, puedes dejarlo en remojo un par de horas o incluso durante toda la noche.
5. Cepillado suave: Retira el infusor de la solución (con cuidado, pues el agua puede seguir tibia) y utiliza el cepillo suave para frotar las manchas. Notarás que se desprenden con facilidad.
6. Aclarado y secado: Enjuaga el infusor con abundante agua limpia para eliminar cualquier residuo de bicarbonato y sécalo muy bien antes de guardarlo.

¿Prefieres verlo en acción? ¡Hecho!

Sabemos que una demostración visual puede ser de gran ayuda. Por eso, hemos preparado un vídeo en nuestro canal de YouTube donde te muestro este proceso de limpieza paso a paso.

Un consejo extra según el material de tu infusor

• Acero inoxidable: Es el material más duradero y el que mejor responde a este método de limpieza.
• Silicona: Este material puede retener olores. El bicarbonato es excelente para neutralizarlos, pero asegúrate de realizar un aclarado muy exhaustivo.
• Bambú o madera: Estos materiales requieren un cuidado especial. No deben sumergirse durante largos periodos. Límpialos con un paño húmedo y una pasta ligera de bicarbonato y agua, aclara rápidamente y, muy importante, déjalos secar al aire por completo para evitar la aparición de moho.

La mejor limpieza es la prevención

El consejo más valioso para mantener tus infusores en perfecto estado es muy simple: aclara tu infusor con agua caliente justo después de terminar tu infusión. No dejes que las hojas de té se sequen en su interior. Este sencillo gesto realiza el 90% del trabajo de mantenimiento y evita que los taninos se acumulen.

Como ves, mantener tus utensilios de té impecables es un proceso sencillo que garantiza que nada interfiera con el delicado sabor de tus infusiones. Porque para disfrutar de un buen té, cada detalle cuenta.

Un saludo y ¡felices infusiones!
Félix.