Desvelando los Secretos de tu cafetera JURA: Las Preguntas más Frecuentes para un Café Perfecto)
Soy consciente que elegir una cafetera superautomática JURA es más que una compra; es una inversión en placer, comodidad y, seamos sinceros, en la paz mental de saber que cada mañana te espera un café perfecto.
Como distribuidores autorizados de JURA, y con años de experiencia asesorando a amantes del café como tú, hemos notado que hay ciertas dudas que surgen una y otra vez. ¿Será que estas máquinas esconden algún misterio? ¡Para nada! Pero a veces, una pequeña aclaración hace la diferencia entre un 'buen' café y la perfección. Por eso, hemos recopilado las preguntas más habituales que nos hacéis en tienda y, atención, ¡las hemos respondido en vídeo en nuestro canal de YouTube! Hoy, desgranamos algunas de ellas para que tu JURA y tú seáis uno solo, y el 'momento café' sea siempre sagrado.
¿Cómo limpio mi cafetera JURA para que dure una eternidad (y mi café sepa siempre a gloria)?
Ah, la pregunta del millón, ¿verdad? Y no es para menos, porque un buen café, un café de gloria, no solo nace de un grano excelente y una máquina sofisticada como tu JURA; también florece (o más bien, se mantiene) gracias a un mantenimiento impecable. Y sí, como bien señalas, cada modelo de JURA tiene sus particularidades, pero la base, la verdadera piedra angular para la longevidad y el sabor óptimo, es un mantenimiento diligente. No es magia, es ciencia y un poquito de sentido común, como el del vaso de leche que te contamos a continuación.
En Cafetearte, te insistimos: presta atención a estas tres patas de la mesa de un buen café, porque si una flaquea, la calidad se resiente y, lo que es peor, la salud podría asomar la patita por el conducto menos pensado.
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La Limpieza del Grupo (con Pastilla, ¡por favor!):
Tu cafetera JURA, esa joya de la ingeniería, es lista como ella sola. Por eso, te pedirá, muy amablemente, que realices la limpieza del grupo de café con una pastilla. No es un capricho de la máquina ni una conspiración de la marca para venderos accesorios. Es una necesidad vital. Esta limpieza, cuya frecuencia dependerá del uso y la cantidad de cafés que prepares (la máquina te avisará, tranquilo), es indispensable. ¿Por qué? Porque la pastilla no solo hace una limpieza interna profunda del tamiz, eliminando residuos invisibles al ojo humano, sino que también lubrica esas delicadas partes internas de la cafetera. Ignorarlo es como ducharse con la ropa puesta: parece que limpias, pero no.
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El Filtro de Agua CLARIS (o la descalcificación):
Para que tu café no solo sea bueno, sino óptimo, la calidad del agua es fundamental. De hecho, la SCA (Specialty Coffee Association) tiene pautas muy claras sobre esto. Por eso, el filtro de agua JURA CLARIS es tu mejor aliado. Su función es garantizar un agua de excelente calidad para tu infusión, lo que se traduce directamente en un sabor más puro y en una mayor protección para tu máquina. Sí, es cierto, el filtro se puede sustituir por una descalcificación periódica, pero desde Cafetearte, siempre recomendamos la utilización del filtro. Es más cómodo, más constante en la calidad del agua y, a la larga, te evitará dolores de cabeza.
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La Limpieza del Sistema de Leche (obligatoria si se realizó alguna receta con leche):
Esta es, sin duda, la limpieza más crítica y, curiosamente, la que más reticencias genera entre algunos usuarios. Si ese día has preparado alguna receta con leche (un latte, un capuccino, un flat white…), la limpieza del sistema de leche es obligatoria al finalizar el día. Si no has usado leche, no hay problema, puedes saltártela. Pero si sí la has usado, por tu bien y por el de tu cafetera, hazla. ¿El motivo? Es sencillo y, a la vez, un poco desagradable si lo piensas: la leche, amiga mía, genera bacterias. Esos conductos, si no se limpian a fondo, se convierten en un caldo de cultivo perfecto para microorganismos que no solo afectarán el sabor de tu siguiente bebida (y no para bien, precisamente), sino que pueden derivar en problemas estomacales. Sé que la tentación de "solo aclarar" es fuerte, pero permíteme un ejemplo, que siempre ayuda a convencer a nuestros clientes: Imagina que te bebes un vaso de leche, lo dejas sobre la encimera todo el día y, al finalizar la jornada, simplemente lo "aclaras" con agua. ¿Crees que has eliminado todos los residuos? ¿Que no quedan restos, grasas pegadas o bacterias en los bordes? Evidentemente no, ¿verdad? Necesitarías un estropajo y jabón para dejarlo impecable. Pues bien, lo mismo ocurre dentro de los finos conductos de tu JURA. Por eso, las pastillas de limpieza de leche, indicadas por la marca, son absolutamente necesarias. No son un gasto, son una inversión en sabor, en higiene y en tu propia salud.
**¡VE EL VÍDEO COMPLETO AQUÍ!** Descubre cómo una cafetera de un cliente nuestro volvió a sacar una espuma como el primer día, solo con una limpieza adecuada.
Limpieza del sistema de leche de JURA modelo E6 (o similar)
Puede que tu modelo de cafetera no sea exactamente igual, consulta el manual de tu cafetera.
Mi JURA no hace la espuma de leche perfecta, ¿qué estoy haciendo mal?
Si tu JURA ha pasado de ser la reina de las espumas a una máquina que susurra un '¿quieres un café aguado con un poquito de... burbuja?' te entendemos. La espuma de leche perfecta es, para muchos, la guinda del pastel de un buen café. Pero no desesperes, la solución suele ser más sencilla de lo que imaginas y no tiene nada que ver con un complot intergaláctico contra tu cappuccino. ¡Aquí desvelamos los secretos para esa textura sedosa y densa!
Lo primero y fundamental, y esto es casi una ley no escrita en el mundo lácteo (o vegetal): la leche tiene que estar fría, muy fría. Una leche tibia es enemiga de la espuma, por muy sofisticada que sea tu JURA.
En cuanto a la elección de la leche:
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Leche de vaca: La semidesnatada suele ser la que mejor rendimiento ofrece en términos de volumen y estabilidad de la espuma. Tiene el equilibrio justo entre grasa y proteína para ese efecto mágico.
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Bebidas vegetales: ¡Aquí entramos en mi terreno favorito! Soy un firme defensor de las alternativas vegetales, y para las JURA, funcionan de maravilla. Es cierto que cada marca es un mundo, y lo que a uno le va de cine, a otro le deja la espuma en la mínima expresión. La clave es probar. Personalmente, he encontrado que muchas bebidas de soja de marcas consolidadas (por ejemplo, NATURSOY en mi cafetera de casa) dan un resultado espectacular. Y sí, al igual que la leche de vaca, deben estar bien frías. Un pequeño apunte personal: no suelo recomendar las bebidas "tipo barista" para tu JURA. A mi parecer, a menudo contienen aceites y otros ingredientes que no son estrictamente necesarios para lograr una buena espuma y pueden, en algunos casos, dejar residuos o alterar el sabor puro de tu café. Menos es más, sobre todo cuando hablamos de ingredientes.
Pero la leche es solo una parte de la ecuación. Si has notado que, con el tiempo, la espuma de tu JURA ya no era lo que era, aunque la leche esté fría y sea la adecuada, es muy probable que el problema resida en los componentes plásticos:
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El espumador de leche y los tubos: Estos elementos son cruciales para el proceso y, al ser de plástico, se degradan con el uso, los cambios constantes de temperatura (de frío a caliente y viceversa) y el paso del tiempo. Es muy, muy habitual que un cliente se queje de que "la cafetera ya no hace espuma como cuando la compré", y la solución, en la mayoría de los casos, es tan simple como sustituir el espumador y los tubos. Recomendamos hacerlo cada ocho meses o, como máximo, una vez al año. La marca JURA dispone de los recambios idóneos, y la inversión merece la pena.
Y, como siempre, no nos cansaremos de repetirlo: la limpieza a fondo es primordial. Si no utilizas las pastillas de limpieza indicadas por JURA para el sistema de leche, es como si no limpiaras nada. Te pongo el mismo ejemplo que a nuestros clientes en tienda, y que tan bien funciona para convencerles:
Imagina que llenas un vaso de leche, te lo bebes y luego lo dejas sobre la encimera durante el día. Cuando finaliza el día, simplemente aclaras el vaso con agua. ¿Hemos eliminado todos los residuos? ¿Que no quedan restos, grasas pegadas o bacterias en los bordes? Evidentemente no, ¿verdad? Necesitarías un estropajo y jabón para dejarlo impecable. Pues bien, lo mismo ocurre dentro de los finos conductos de tu JURA. Por eso, las pastillas de limpieza de leche, indicadas por la marca, son absolutamente necesarias. No son un gasto, son una inversión en sabor, en higiene y en tu propia salud.
Así que ya sabes, con la leche adecuada, a la temperatura correcta y un mantenimiento constante (y con las pastillas, por favor), tu JURA volverá a ser la campeona de las espumas. ¡A disfrutar!
**¿QUIERES UNA LECHE DIGNA DE BARISTA? DESCÚBRELO EN ESTE VÍDEO:** En este vídeo te muestro como una cafetera de un cliente nuestro pasó de no hacer espuma de leche a volver a sacar una espuma como el primer día.
Recupera la espuma perfecta de tu JURA
¿Qué tipo de café le va mejor a mi JURA? ¿Molido, en grano, arábica, robusta? ¡La clave eres TÚ!
Es una pregunta que nos hacéis a menudo, y es lógico. Con una inversión tan importante como la de una cafetera JURA, quieres asegurarte de que cada taza sea una experiencia memorable. Pero aquí va el primer y fundamental mandamiento: con tu JURA, siempre, siempre, utiliza cafés naturales.
¡Atención, amantes del buen café! Es totalmente indispensable que evites los cafés de grano torrefacto y los cafés aromatizados directamente en grano o molidos. De hecho, la propia marca JURA prohíbe su uso y, lamentablemente, si utilizas este tipo de cafés, perderías la garantía de tu cafetera. Para aromatizar tu café, en JURA tenemos otras formas de hacerlo, ¡pero nunca con granos ya aromatizados en la tolva! Tu JURA te lo agradecerá.
Una vez aclarado esto, lo más fascinante es que puedes utilizar cualquier tipo de café natural, ya sea 100% arábica, robusta, o una mezcla de ambos. Y aquí viene la parte interesante: la pregunta no es tanto '¿qué café le va mejor a mi JURA?', sino más bien, '¿qué café me va mejor a MÍ?'
El secreto reside en tus preferencias y hábitos de consumo:
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Si buscas una bebida más intensa, con cuerpo y una crema más densa, es posible que te decantes por un café robusta o una mezcla con un alto porcentaje de este.
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Si eres de los que disfrutan de matices más complejos, aromas florales, frutales o cítricos, y un café más ligero, el arábica puro será tu elección ideal, ofreciendo esa calidad superior en cada sorbo.
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Y, por supuesto, existen mezclas de robusta y arábica que buscan el equilibrio perfecto entre intensidad y complejidad, adaptándose a paladares que buscan lo mejor de ambos mundos.
Para aconsejarte la elección perfecta, en Cafetearte siempre intentamos conocer un poco tu "bagaje cafetero": ¿qué tipo de café sueles tomar habitualmente? ¿Cómo te gusta disfrutarlo? ¿Cuáles son tus costumbres? Saber esto nos permite afinar la recomendación para que tu elección sea un acierto rotundo.
Finalmente, un as bajo la manga que casi todas las cafeteras JURA ofrecen: la opción de añadir café molido. Esta funcionalidad es muy útil, sobre todo para esas ocasiones en las que te apetece, por ejemplo, un café descafeinado sin tener que cambiar el grano de la tolva principal. Cada modelo de JURA tiene un conducto específico para esta tarea, facilitando una preparación rápida y cómoda.
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Guía de elección de café para tu cafetera JURA
¿Por qué mi café sale aguado o demasiado fuerte? Ajustando la extracción en tu JURA: La Batalla contra la Sobre-extracción Española (y el Arte de la Molienda Perfecta)
Si alguna vez te has preguntado por qué tu café, a pesar de usar granos de calidad en tu JURA, no termina de convencerte, o si notas un amargor persistente que no debería estar ahí, es muy probable que estemos frente a lo que en el argot cafetero llamamos un 'problema de extracción'. Y no te sientas solo en esto, porque en España tenemos una herencia un tanto particular en este ámbito, cortesía de años de convivir con ciertas cafeteras de cápsulas.
Nos hemos acostumbrado a una anomalía: tazas enormes (200 ml o más) para apenas cinco o cinco gramos y medio de café. ¿El resultado? Una sobre-extracción de manual. Y, como un buen vino aguado, esto desvirtúa el alma del café.
Permíteme explicarlo de forma sencilla: cuando extraemos café, buscamos disolver ciertos compuestos presentes en el grano que son los responsables de los sabores, aromas y cuerpo deseables. Los profesionales, como los que nos regimos por los estándares de la SCA, sabemos que la extracción perfecta se sitúa entre el 18% y el 22% del café. Aquí es donde la magia ocurre, donde los matices florecen y el equilibrio se manifiesta.
Pero, ¿qué pasa más allá de ese 22%? Y aquí es donde entramos en terreno pantanoso. Desde ese 22% hasta el 30% (que es el máximo que se puede extraer del café), lo que obtenemos son principalmente compuestos no solubles: fibras, taninos indeseados que dan como resultado sabores amargos, ásperos y astringentes. Son, digámoslo sin rodeos, el 'poso' del sabor, aquello que un barista querría evitar a toda costa en tu taza.
El problema que arrastramos en España es que, debido a las extracciones kilométricas de ciertas máquinas monodosis, el consumidor se ha acostumbrado a estos perfiles de sabor amargo. Se busca ese amargor, se asocia a "café fuerte" y, sin saberlo, se perpetúa la sobre-extracción.
La solución está en el ratio y en la molienda: Las claves de la armonía entre café y agua (y el arte del molinillo).
Para evitar estos errores de extracción y asegurar que tu JURA te entregue siempre lo mejor, es fundamental que aprendas a configurar el ratio de café y agua y, muy importante, el grado de molienda.
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El Ratio Café-Agua: La regla es clara: para una mayor cantidad de agua en la taza, deberás elegir una mayor cantidad de café en grano para la extracción. Intentar llenar una taza grande con la misma dosis de café que usarías para un espresso, es invitar al desastre. Es, de hecho, lo que históricamente se ha hecho con esas cápsulas de 5 gramos para tazas de 200 ml, extrayendo esos compuestos no solubles que tanto dañan el sabor y tu máquina.
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La Importancia de la Molienda: Aquí reside otra de las claves para el control de la extracción. La molienda no es un detalle menor; es, de hecho, uno de los factores más decisivos en el resultado final de la taza.
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Si eliges un molido más fino, estarás aumentando la superficie de contacto del café con el agua, lo que permitirá que los compuestos solubles se extraigan más rápidamente. Si tu café sale aguado o subextraído, una molienda más fina podría ser la solución para extraer más sabor.
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Por el contrario, si el molido es más grueso, la superficie de contacto es menor y, por lo tanto, los compuestos solubles tardarán más tiempo en extraerse. Si tu café sale demasiado fuerte o amargo, un molido más grueso podría ayudar a reducir la sobre-extracción de esas fibras indeseadas. Es un delicado equilibrio que, una vez dominado, transformará tu café.
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Es crucial ser consciente de cómo la molienda y la cantidad de agua interactúan. La máquina es inteligente, pero tú eres el director de orquesta. Si te aventuras a modificar las recetas preestablecidas de tu JURA, sé consecuente: investiga, infórmate sobre estos porcentajes de extracción y disolución del café.
Mi recomendación personal, si no tienes conocimientos baristas o esto de los ratios del café te suena a chino, es que dejes las recetas según vienen configuradas en la cafetera de fábrica. Las cafeteras vienen perfectamente reguladas en cuanto a tipo de molido, cantidad de agua y café siguiendo unos estándares habituales. Modificarlos sin conocimiento hace que estos ratios se vean afectados.
Sabemos que este es un tema que genera muchas dudas, y aunque por ahora no tenemos un vídeo específico sobre esto, ¡pronto generaremos contenido exhaustivo en nuestro canal de YouTube para desvelarte todos los secretos de la
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