Cómo conservar el café en grano y molido

Los amantes del café saben que el aroma y el sabor de un café puede quedar arruinado por una mala conservación de la materia prima. Si no le hemos prestado atención a esta parte podemos bebernos una taza de café que no tenga nada que ver según va pasando el tiempo. De hecho, además de perder aroma y sabor puede incluso coger un regusto raro que haga estropear el café.

Hay dos grandes enemigos del café, y son los que más tenemos que tener en cuenta a la hora de conservarlo. Uno de ellos es la humedad, que hace que pierda aroma y sabor, pero también puede llegar a provocar la salida de hongos y moho en él. Y el otro enemigo es el calor, que es uno de los principales culpables de la oxidación del café.

Y si tuviéramos que elegir entre conservarlo en grano o molido, nos decantamos por el primero porque es mucho más fácil de conservar y no pierde las propiedades a tanta velocidad. Ten en cuenta que el simple hecho de molerlo hace que el café ya no sea igual y por eso es bueno tomarlo recién molido. Para ello puedes tener en casa un molinillo o una cafetera superautomática que te lo muelan en el momento. 

Vamos a darte unos consejos para conservar de la mejor manera posible tanto el café en grano como el molido. Así podrás disfrutar más y mejor de tu bebida favorita.

Conservar el café en grano

No vamos a contar ningún secreto si decimos que el mejor lugar para guardar y conservar el café en grano es en el mismo envase en el que lo hemos adquirido. Siempre que la bolsa sea de calidad, algo que, por ejemplo, en nuestra tienda cuidamos con detalle y mimo. Estos envases suelen estar hechos con materiales resistentes al calor y a la humedad, para mantener los granos con todo su sabor y aroma. 

• Deberás cerrar bien la bolsa, con un zip, pinza o con el propio cierre que aporta el comercio de venta. Tienen que quedar cerrados de manera casi hermética para conservar todas sus propiedades.
• Si necesitas guardarlo en otro lugar, la mejor opción son los tarros de cristal perfectamente cerrados. Antes deben estar limpios y esterilizados. Y puedes optar también por las latas para guardar el café, pero asegúrate de que estén en perfectas condiciones.
• La mejor manera de conservar el café en grano es que esté crudo, es como mejor aguanta. Pero también puedes guardarlo tras tostarlo, aguanta un poco menos pero más que el café molido. Tienes distintas opciones de conservación según estén los granos:

• Crudos: en un lugar hermético, oscuro y a temperatura ambiente. Puede ser en bolsa o recipiente.
• Tostados: el mejor lugar es un tarro de cristal, también hermético. Los granos tostados aguantan entre 2 y tres semanas. 

El café molido, cómo conservarlo

Partimos de la base de que el café molido se conserva peor que el café en grano, por lo que es importante moler la cantidad justa para hacernos el café. Lo puedes hacer con un molinillo manual o automático, o usar una cafetera semiautomática para hacer exactamente la cantidad que necesitas. 

En este último caso no tendrás café sobrante, pero tanto si mueles de más o lo compras ya molido tendrás que cerrarlo herméticamente para frenar la oxidación que puede sufrir con el contacto con el aire. Y debes almacenarlo en un lugar que esté alejado de la humedad y de una fuente de calor, de esta manera aguanta más. 

Otro truco para que aguante mejor es no abrirlo hasta el momento de su consumo, así estará herméticamente cerrado en el envase que trae de la tienda. Si has comprado mucha cantidad, te recomendamos guardarlo en frascos pequeños de cristal, para que solo tengas que abrir uno cada vez que quieras consumir. De esta manera conservas el restante de la humedad y el calor que puedan alterar su sabor y aroma. 

Ante cualquier duda de conservación que tengas, nos puedes preguntar en la tienda o a través de cualquiera de nuestros canales de contacto. Estaremos encantados de solucionar todas las dudas que tengas y darte los mejores consejos que tengamos.